La irradiación de los alimentos ha sido identificada como una tecnología segura para reducir el riesgo de ETA (Enfermedades Transmitidas por Alimentos), en la producción, procesamiento, manipulación y preparación de alimentos de alta calidad. Es a su vez, una herramienta que sirve como complemento a otros métodos para garantizar la seguridad y aumentar la vida en anaquel de los alimentos. La presencia de bacterias patógenas como la Salmonella, Escherichia coli O157:H7, Listeria monocytogenes ó Yersinia enterocolítica, son un problema de creciente preocupación para las autoridades de salud pública, que puede reducirse o eliminarse con el empleo de esta técnica, también denominada "Pasteurización en frío".
La Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Internacional de Energía Atómica (IAEA). En nuestro país, el Código Alimentario Argentino, en su artículo 174, legisla sobre los aspectos generales; y en otros artículos autoriza la irradiación de papa, cebolla y ajo para inhibir brote; de frutilla para prolongar la vida útil; de champiñon y espárrago para retardar senescencia; y de especias, frutas y vegetales deshidratados, para reducir la contaminación microbiana
*Se utilizan actualmente 4 fuentes de energía ionizante:
- Rayos gamma provenientes de Cobalto radioactivo 60Co
- Rayos gamma provenientes de Cesio radioactivo 137Cs
- Rayos X, de energía no mayor de 5 megaelectron-Volt
- Electrones acelerados, de energía no mayor de 10 MeV
Aspectos Nutricionales
El proceso de irradiación aumenta pocos grados la temperatura del alimento, por esto, las perdidas de nutrientes son muy pequeñas y en la mayoría de los casos, son menores a las que se producen por otros métodos de conservación como ser el enlatado, desecado, y pasteurización ó esterilización por calor. Los nutrientes más sensibles a la irradiación, se corresponden con los también más sensibles a los tratamientos térmicos, el ácido ascórbico, la vitamina B1 y la E. Estas pérdidas, al igual que la de ácidos grasos esenciales, pueden minimizarse si se trabaja en un ambiente libre de oxígeno o si se irradia en estado congelado. Con respecto a los macronutrientes, no se producen alteraciones significativas.
El uso del proceso de irradiación está ampliamente fundamentado para frutas y verduras, ya que el uso de bajos niveles de radiación (1 kGy, aproximadamente) es suficiente para eliminar moscas y otros insectos. También puede aplicarse a un gran número de productos, en variedad de condiciones como a productos enlatados precocinados, productos enlatados, envasados al vacío, a baja temperatura, etc.
La irradiación no aumenta la temperatura, por lo que puede aplicarse a productos congelados reduciendo el número de microorganismos patógenos como la Salmonella. También aumenta las condiciones de seguridad para el consumo de alimentos, por ejemplo, evita la salmonelosis. Facilita desparasitar frutas, hierbas y especias.
Destruye a parásitos en la comida, como el protozoario que causa la disentería amibiana (Entamoeba hystolylica), el protozoario que causa la toxoplasmosis (Toxoplasma gondii), el parásito que causa la triquinosis (Trichinella spiralis), etc.
México cuenta en el Instituto Nacional de Investigaciones Nuclerares (ININ) con el equipo necesario para brindar el servicio de radiación gamma. Con él se esterilizan gran variedad de bienes de consumo como cosméticos, medicinas, material quirúrgico, polvos, pomadas, frascos, contenedores, tejidos sintéticos de aplicación quirúrgica, materiales de curación y quirúrgicos, alimentos procesados, semillas, entre muchos otros.
subido por: joselin yolanda castellanos